EL CIRCUITO NERVIOSO DEL TEMOR
APENDICE C(Comprende el Capitulo 2 )
La Amígdala es fundamental para el temor, para la supervivencia. Los temores fuera de lugar son una plaga de la vida cotidiana y nos provocan preocupación, angustia y una variedad de inquietudes o llegar a un estado patológico (ataques de pánico, fobias o trastornos obsesivos-compulsivos)
El hipocampo, un depósito clave para la memoria, selecciona y compara; el cual si llega a una conclusión tranquilizadora la alerta no pasa al siguiente nivel. Pero si esta inseguro aumenta la incertidumbre, la amígdala dispara una alarma, su área central activa el hipocampo, el tronco cerebral y el sistema nervioso autónomo.

Las diferentes partes de la amígdala recibe diferentes información; el núcleo central lateral recibe información del tálamo y de al corteza auditiva y visual. Los olores llegan a la zona corticomedial des de el bulbo raquídeo, y los sabores van a la zona central como los mensajes de las viseras. Esto hace a la amígdala un centinela de cada experiencia sensorial.
Desde la zona central y media una rama va a las zonas del hipotálamo que segrega la hormona liberadora de CRH (corticotropina) que moviliza la reacción de ataque o fuga. La zona basal de la amígdala envía ramas al cuerpo estriado para lograr el movimiento. Y a través del núcleo central cercano envía señales al sistema autónomo activando una variedad de respuestas en el sistema cardiovascular, los musculo e intestinos. La mayor parte de estos cambios se producen fuera de la conciencia, por lo cual no se siente miedo. Cuando se empieza a sentir miedo la amígdala ordena una respuesta de amplio espectro. Una vez que estas señales han sido enviadas, usted ha llegado al nivel del temor absoluto, todo esta secuencia desde la sorpresa a la incertidumbre, la aprensión y el miedo, puede resumirse en un segundo